EXPEDICIÓN SECRETA SOVIETICA Y DE EE.UU A LA LUNA EN EL APOLLO 20
Imagine
usted que 15 millones de años atrás, una gran nave espacial de varios
kilómetros de longitud navega por nuestro Sistema Solar. Esto no sería ni es
algo absurdo si contemplamos que hasta los rígidos estamentos científicos
actuales admiten que nuestro universo tiene al menos tiene una edad de cerca a
14000 millones de años.
Dichos
estamentos científicos actuales están regidos por dogmas que administran lo que
es y no es “científicamente correcto” sobre bases teóricas y pruebas de
laboratorio, olvidando e incluso menospreciando muchas veces la antigua
tradición de observación. El método empírico de observación queda a veces
excluido o infravalorado ante el peso de las directrices marcadas en la
actualidad, desde las cuales se consolidan las bases educativas y sociales bajo
una compleja estructura de adoctrinamiento apriorístico, que condena al ser
humano a repetir unos patrones de creencias científicas en las cuales la
“ciencia” se ha autoproclamado medida y ley para establecer los límites de lo
posible y lo imposible, lo creíble e increíble, según es capaz de digerir lo
desconocido. Sólo cuando la locura pasa a ser cordura y solo rompiendo este
esquema que pretende encorsetar incluso a la propia observación, se admitirá
que lo imposible es la frontera de las mentes limitadas.
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Una
gran nave nodriza se desplaza por nuestro sistema solar, en su interior viajan
humanoides con aspecto que nos recuerdan a los actuales habitantes de la Isla
Rapa Nui o los Maorí de Nueva Zelanda entre otros. Por algún evento inesperado,
un error mecánico, un problema de energía o un inexplicable suceso, los
tripulantes de la nave deciden tomar tierra de emergencia en la superficie de
la Luna. Exactamente en la Cara Oculta de la Luna.
Éste
sería el posible comienzo de la historia de una película de ciencia ficción o
quizás de una realidad tachada de locura o de "conspiraciones
fantasiosas".
Lo
cierto es que los informes de la Universidad de Arizona, así como en su base de
datos del satélite LROC (Lunar Reconnaissance Orbiter ) (http://wms.lroc.asu.edu/lroc/view_lroc/LRO-L-LROC-3-CDR-V1.0/M187470359RC ) puesta
en órbita el 18 de junio de 2009, aportan junto a las fotografías oficiales de
la NASA, tomadas por el Apollo 15 ( http://www.lpi.usra.edu/resources/apollo/frame/?AS15-P-9625 ), lanzado
el 26 de julio de 1971, muestran diferentes ángulos de reflexión e incidencia de luces
y sombras. Además la superposición de las diferentes imágenes evidencian como
resultado que no muestran lo mismo. Curiosamente las fotos más modernas son las
que constatan menos coherencia.
Como
aporte desde Mundo Holístico hemos realizado diferentes recreaciones en 3D con datos oficiales de la universidad de
Arizona y la NASA un meticulosos levantamiento topográfico de los terrenos
comprendidos al estudio. De éste modo podemos comprender la necesidad de una
gran masa para generar una sombra y unos claros tan evidentes que ya en la
expedición del apolo 15 y con una reesolución menos pudieron captar sus
cámaras.
En
fotografía cuando hablamos de incidencia de luz solar tenemos en cuenta dos
componentes de la irradiación incidente sobre un punto: la irradiación solar
directa y la irradiación solar difusa. La suma de ambas es la irradiación total
incidente. Cabe decir, que al contrario de como sucede en la Tierra, la Luna no
posé una atmosfera que pueda incidir en el cambio de los rayos solares, tal y
como sucedería en una atmosfera por ejemplo muy húmeda.
- Los sensores instalados en los actuales satélites aportan unos datos topográficos y un desnivel del terreno lunar que no puede explicar las teóricas sombras que según las opiniones de escépticos "oficialistas" y testaferros a tal fin, no se pueden justificar. Los datos de diferentes fotografías de la nasa que muestran la posición solar y la incidencia sobre la superficie en el lugar del posible hallazgo, esto hace difícil o imposible de justificar que sea una sombra sin una altura que eclipse para poder proyectar sombra.
El
programa Apolo terminó oficialmente en 1972 con el Apolo 17, siendo ésta la última
misión a la Luna oficialmente conocida. Sin
embargo, la NASA había planeado tres misiones más, Apolo 18, Apolo 19 y Apolo
20. Según los teóricos de la conspiración, en las anteriores misiones Apolo se habían
descubierto antiguas estructuras artificiales en la Luna y la NASA quería
proseguir las exploraciones sin el conocimiento público.
- Resumiendo, de las misiones oficiales Apolo de la NASA, seis de ellas se posaron en la superficie lunar, de la número 11 a la número 17 inclusive, con la excepción del Apolo XIII. Se supone que, después de la misión número 17, tres cohetes Apolo fueron usados en misiones posteriores, pero fuera del Programa Apolo y sin tener por objetivo la Luna, sino un recorrido más corto: enviar tripulaciones a la estación espacial Skylab.
Sin embargo,
en seguida vamos a ver que no todo es tan simple.
Apolo
20 es considerado uno de los más controvertidos encubrimiento OVNI
en la historia. En el año 2007, varios videos
fueron subidos a YouTube y la persona que los proporcionó, bajo el nombre de
usuario de “retiredafb”, afirmaba que eran imágenes grabadas durante la misión
espacial del Apolo 20.
Los vídeos
fueron aparentemente filmados en película de 16 mm y muestran el interior del
módulo de comando del Apolo 20, así como lo que parece ser la intrincada
arquitectura de una ciudad lunar abandonada.
El
autor del material visual se identificó como el ex astronauta William Rutledge,
un hombre de 86 años (nacido en Bélgica
en 1930 pero nacionalizado estadounidense) que actualmente vive en Ruanda y
que se identifica como la fuente y el divulgador de una gran cantidad de vídeos
y material fotográfico en YouTube, sobre la presunta misión espacial Apolo 20.
Según
sus afirmaciones, la misión se llevó a cabo en agosto de 1976 como un proyecto secreto
de colaboración conjunta soviético-estadounidense. Su objetivo: explorar una enorme nave
espacial extraterrestre localizada en la parte trasera de la Luna. Él fue
elegido para ser parte del equipo debido a su condición de ateo, cosa que era
una rareza entre los astronautas en la década de 1970.
¿Por
qué la NASA eligió a alguien que no creía en Dios para esta misión? ¿Se temía acaso que un creyente podría
ver truncada su fe ante lo que le esperaba?
William Rutledge afirma que el Apolo 17 tomó, entre otras, la
fotografía de la nave alienígena abandonada, lo cual condujo a que las tres
misiones de alunizaje posteriores (Apolo 18, 19 y 20) fueran secretas y se
realizaran en cooperación con los soviéticos.
De estas tres misiones, la Apolo 18 habría orbitado la zona a
fin de confirmar los datos, la Apolo 19 habría sufrido errores de telemetría
que le impidieron alunizar y la Apolo 20 habría logrado lo inimaginable:
obtener evidencia palpable de vida extraterrestre. Aquí es donde todo el
asunto se pone espeso. Siempre según Rutledge, la misión se llevó a cabo con
tres astronautas: una norteamericana (Leona Snyder), un ruso (Alexei Leonov) y
él mismo como comandante.
Leona Snyder |
William Rutledge |
Alexei Leonov |
Lanzada
el 16 de agosto de 1976, la nave cumplió su propósito y, tras el alunizaje que
tuvo lugar cerca del cráter Delporte, muy cerca de donde se encontraba la nave,
se pudo llegar a la zona objetivo. Allí encontraron la nave alienígena, un
buque nodriza en forma de cigarro de unos 150 metros de largo, abandonada según
parecía desde mucho tiempo atrás, unos 1500 millones de años según estimación
de Rutledge.
Una
vez dentro de la nave, los astronautas encontraron dos cuerpos de
extraterrestres. El varón estaba muerto y en un estado de deterioro
importante, por lo que se enfocaron en el ser de sexo femenino, que
sería conocida posteriormente como la Mona Lisa. Tenía un cuerpo humanoide, seis dedos
en cada extremidad y sus características eran similares a las de un ser humano,
a pesar de que no tenía fosas nasales.
Rutledge
la describió como si estuviera en un estado de aletargamiento, ni muerta ni viva. Ella estaba conectada a lo que parecía
un sistema de animación suspendida, con varios tubos que se introducían en su
cuerpo y cubierta de una sustancia similar a la cera. Ella fue traída de vuelta a la Tierra
y se sospecha que pudo ser reanimada y que se mantiene en algún lugar secreto a
día de hoy. El cadáver del varón
también fue traído a la Tierra y se le realizó la autopsia.
Los
astronautas recuperaron lo que pudieron de la tecnología que allí encontraron e
iniciaron su viaje de regreso.
Pero
dejemos que sea el propio Rutledge quien nos explique con más detalle lo que
ocurrió.
Según
las palabras del astronauta, “Ciertos artefactos fueron descubiertos y
recuperados, entre ellos dos cuerpos que presuntamente eran los “cosmonautas” –
uno se encontraba en excelentes condiciones y era de sexo femenino. El segundo
cuerpo estaba demasiado deteriorado y sólo la cabeza fue recuperada”.
“Entramos
en el interior de la gigantesca nave espacial, y también entramos en otra nave
triangular que se encontraba dentro de la gran nave. La exploración determinó
que se trataba de una nave nodriza muy antigua, que navegó el espacio hace por
lo menos 1.5 millones de años. Había muchas señales de biología en su interior,
encontramos vestigios de antiquísima vegetación en una especie de “motor” en la
sección donde estaban. También encontramos rocas especiales triangulares que
emitían “lágrimas” de un líquido amarillo que aparentemente tienen algunas
propiedades medicinales especiales y por supuesto, restos de otras criaturas
extra solares”.
“También
encontramos restos de pequeños cuerpos alienígenas (10 cm) que yacían en una
enorme red de tubos de vidrio a lo largo de la nave. Dicha red fue llamada
“Ciudad” aquí en la Tierra, poco después de nuestro regreso. Pero el gran
descubrimiento, -aparte de la monstruosa nave- fue el de los dos cuerpos, uno
de ellos prácticamente intacto. La “Ciudad” fue también llamada “Estación Uno”,
pero estaba tan deteriorada que parecía ser una red de tubos conteniendo
verdadera basura espacial, llena de chatarra y piezas de oro. Sólo una
construcción parecía intacta, la cual nombramos la “Catedral”. Tomamos fotos de
cuantas piezas de metal encontramos, y de cada parte donde habían muestras de
caligrafía. La “Ciudad” parecía ser tan antigua como la nave”.
“No
recuerdo quién nombró a la mujer -el cuerpo recuperado-, si Leonov o yo, pero
esta es mi descripción: Humanoide, mujer, 1.65 metros, con genitales, cabello,
y seis dedos. Función: piloto, encontrada con dispositivos de navegación
fijados en los dedos y los ojos. Tuvimos que cortar dos cables conectados a la
nariz. Leonov tuvo que cortar los dispositivos conectados a los ojos.
Concreciones de sangre o líquidos biológicos fueron derramados a través de la
boca, la nariz, los ojos y algunas partes del cuerpo. No tenía ropa, traje
espacial o vestimenta alguna”.
“Algunas
partes del cuerpo se encontraban en condiciones inusuales de preservación,
(como el pelo) y la piel estaba protegida por una delgada capa transparente.
Como dijimos al control de la misión, por su condición, no parecía estar ni
muerta ni viva. No teníamos entrenamiento médico, por supuesto, pero Leonov y
yo realizamos una prueba fijando nuestro equipo biomédico en el cuerpo de la
mujer, pero para sorpresa de todos, la telemetría recibida y verificada por uno
de los médicos del equipo del control de la misión en la Tierra fue positiva.
Aparentemente se encontraba en un profundo estado de hibernación o animación
suspendida. Pero esa es otra historia”.
También
encontramos un segundo cuerpo, prácticamente destruido, pero trajimos de vuelta
la cabeza. La piel era de color azul-gris, azul pastel. La piel tenía algunos
detalles extraños por encima de los ojos y la parte delantera, además tenía una
correa alrededor de la cabeza, sin ninguna inscripción. El “cockpit” de la nave
nodriza estaba lleno de escrituras y estaba formado por largos tubos semi
hexagonales. Ella (“Mona Lisa”) está en la Tierra y no está muerta….
Las
imágenes de la presunta misión Apollo 20 no son el único material que salió a
la luz en los últimos años: también fue expuesto por William Rutledge unas
presuntas imágenes del paso elevado de la nave espacial extraterrestre. Y,
además, también en YouTube encontramos varias fotografías del extraño objeto
que se aloja en la parte trasera de la Luna (cuyos números serían AS20-1020,
AS20-1022 y AS20-7250-FWD)
William
Rutledge tenía 76 años cuando empezó a divulgar su material en Youtube. Debido a su edad, él mismo dijo que ya
no se sentía amenazado por haber violado el secreto que había jurado no
desvelar en el momento de la misión. También
especificó que no dependía de la NASA ni de ninguna persona relacionada con
esta materia para sentirse obligado a mantener oculto al resto del mundo un
hecho de tal magnitud.
En una entrevista que el
periodista italiano e investigador del fenómeno OVNI Luca
Scantamburlo realizó a William Rutledge, éste afirmó:
“Yo soy la garganta profunda.
¿Qué puede hacer ahora la NASA y el USAF? Bloquearme o demandarme sería un
reconocimiento. Ellos pueden hablar de fraude o de ficción. Sólo tengo miedo de
que puedan abrir otra página web u otra cuenta con mi nombre, o publicar videos
perfectamente falsos con errores voluntarios para desinformar. Afortunadamente,
la burocracia y el tiempo trabajan a mi favor. Es una carrera.”
Una carrera cuyo recorrido
está lleno de incógnitas, de informaciones a veces contradictorias y también de
“dudas razonables”. Sea como sea, una historia apasionante que pone en
evidencia, una vez más, que la verdad es muy escurridiza cuando se trata de
estos temas.
Ahora solo queda deciros que
independientemente de estéis de acuerdo o no con el contenido y exposición de
visión, he sido lo más fiel posible a mi modo de ver éste tema, con credibilidad
y con cautela, sin dar nada por bueno y desde luego sin darlo por falso.
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